Un domingo más pero en ésta ocasión estrenamos nueva disciplina deportiva, bicicleta de carretera.
Después de unos años en sequía y con telarañas en las bicis, decidimos retomar ésta modalidad para hacer una ruta accesible y no muy exigente, ir al pantano de Quéntar.
Iniciamos la "rutilla" con retraso había que engrasar, inflar las ruedas, comprobar los frenos, vamos que hicimos la ITV y al final la pasó...jejejeje.
Bueno, salimos desde La Zubia y como estamos acostumbrados a coger tierra un poco más y nos metemos en jaleos...¡quillo que por aquí no es! es por la carretera...jejeje.
Como ruedan éstas bicis, son como balas en un momento nos "plantamos" en Cenes de la Vega a buen ritmo pero con prudencia vayamos a que no lleguemos al pantano.
Una vez dejamos Cenes accedimos a la carretera que nos lleva a Dúdar en una subida suave, al llegar a Quéntar la carretera toma otra pendiente y a partir de aquí plato pequeño (lo de pequeño, me cago en tó... en la de montaña sería el plato grande...joer!!).
En plena subida cogimos nuestro ritmo que mantuvimos hasta llegar al mesón El Prado, nos quedaban apenas 700 metros y el "titi" arreó un sprint final que las pulsaciones iban a provocar un tsunami en el pantano de Quéntar (que exagerao soy...).
Alcanzamos nuestra meta y creo que con nota, estamos acostumbrados a pedalear con la de montaña de diferente manera.
Con unas fotos, agua e impresiones de la subida nos atamos las calas y "tó p'abajo", cogimos más de 60 Kms/h parecíamos "pofesionales", joer como tumban éstas bici me quedé "impresionao".
Ya sólo quedaba llegar a casa y otra para ¡la saca!.
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