Hoy 1 de Mayo decidimos acercarnos a la nieve después de unos días de bajadas de las temperatura y que mejor sitio que ir a la Sierra del Manar, primeras estribaciones al Oeste de Sierra Nevada, donde la nieve cuajó a partir de los 1.300 msnm.
Salimos como es nuestra costumbre bien temprano para dirigirnos a Gójar con un ruido en los frenos de Fernando que despertaría a la vecindad allí por donde pasáramos, hombre ¿no te da cosa? ¿es que no sabes que el aceite hay que echarlo a la cadena y no a las pastillas de frenos? , bueno espero que tomes nota para lo sucesivo…jajajajaja.
Continuamos dirección a Ermita Vieja pasando por el Camino de la Fábrica hasta confluir con el río Dílar y el Aula de la Naturaleza para iniciar las primeras rampas de la larga ascensión donde el carril estaba limpio de nieve pero el resto del terreno estaba totalmente cuajado siendo más de la época invernal que del mes en que nos encontramos.
Ya en la fuente de Ermita Vieja nos detuvimos unos minutos para reponer agua y continuar por la vereda al Picacho Alto con un espesor de nieve que nos hizo “patear” unos metros hasta alcanzar el camino de Prado Seco donde decidimos reconsiderar ir a Nigüelas por tener serias dudas de cruzar el río Dúrcal por el alto nivel del cauce, así que media vuelta y sin mediarlo nos dirigimos a una zona que no conocíamos el Barranco de los Lobos para intentar llegar a los Llanos de Marchena pero el intento fue imposible ya que nos encontramos en primer lugar un carril en perfecto estado, luego un arenal y finalmente un precipicio como un “templo”. Después de esta barrera natural tuvimos que regresar remontando los 200 mts. que habíamos bajado. Indicar que esta zona es un mirador natural al valle Dúrcal y Sierra Nevada.
Una vez alcanzamos el camino de Prado Seco regresamos por Ermita Vieja bajando por el cortafuegos a buena velocidad dando más saltos que una “sartená de rosetas”. Al terminar la bajada del cortafuegos nos desviamos para coger las veredas de un barranco muy estrechas y de continuas curvas. Por cierto hay varios árboles caídos que obligan a detenerse para seguir hasta finalizar en la acequia Alta de Dílar que nos llevará a los Cortijos de Bizcandia y el Encinar. Ya por camino cementado nos volvimos por el mismo camino de ida para retamar una ruta donde nieve fue la protagonista.
¡Otra a la saca!.
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