Un miércoles más decidimos Fernando y yo inspeccionar nuevas veredas por la zona de Ermita Vieja y la verdad es que el resultado ha sido inmejorable puesto que en algunos tramos se requiere un nivel técnico alto, ¿verdad Fernando?.
Salimos a la hora señalada desde La Zubia para dirigirnos a Gójar y continuar por el Camino de la Fábrica que lleva al río Dílar donde giramos a la izquierda por un camino cementado hasta el Aula de la Naturaleza de Dílar. A partir de aquí hay una vereda estrecha con un fuerte desnivel que salvamos sin despeinarnos para llegar al camino forestal que sin dejarlo conduce a Ermita Vieja, hoy el ritmo de subida ha sido fuerte y como ejemplo es que apenas hemos hablado, que raro…
Nos detuvimos unos minutos en la fuente de éste excepcional paraje para rápidamente continuar por el camino de Marchena y a pocos metros del cruce a la derecha descubrimos una nueva vereda (Cerro Domingo) bien marcada y en subida tendida para regresar de nuevo al camino de Marchena hasta el barranco de las Covazuelas donde cogimos a la derecha una nueva vereda que en subida algo más exigente acaba en el collado del Cerro Domingo .
Tras superar éstas 2 veredas llegaba los 2 platos fuertes de la tarde la vereda de Ermita Vieja cuya dificultad está justo al cruzar el camino de subida a Ermita Vieja y la parte intermedia donde hay que tener mucha prudencia por las rodaderas, piedras sueltas y desnivel importante a salvar. En este caso tuvimos sangre fría y acabamos sin ningún rasguño, no así en la próxima vereda de Poca Leña donde en un tramo Fernando hizo un cuádruple salto mortal con 5 tirabuzones invertidos en caída en plancha boca abajo con el manillar de la bicicleta en todos los hocicos.
Al descender unos 500 metros una rambla de arena por el barranco de Cuesta Blanca se coge a la izquierda la vereda donde sus primeros 200 mts. son de “a pata” pero enseguida es ciclable una vez se empieza a bajar por zonas mas bien trialeras y no bicicleteros, de ahí la acrobacia del olímpico…
Después de recorrer éstas 4 veredas ya sólo nos quedaba regresar por el Cortijo Bizcandia, camino de la Fábrica, Gójar y pa casa.
¡Otra a la saca!.
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