Hoy hemos salido el trío bicicletero con destino a Ermita Vieja para recorrer por este bello paraje algunas veredas pendientes de hacer y el resultado ha sido bajar por un cortafuegos con una pendiente del -50% que daba más miedo que Mario Picazo vendiendo alarmas…
Sin lugar a dudas la ruta ha sido de las que dejan huella por el largo y técnico descenso desde Ermita Vieja hasta las proximidades del Cortijo de Bizcandia, seguro que volveremos a repetir.
Salimos desde La Zubia para dirigirnos a las inmediaciones del Aula de la Naturaleza de Dílar e iniciar un largo ascenso hasta Ermita Vieja a un ritmo “mu apañao” donde nos detuvimos para reponer agua y seguir dirección al Cerro Domingo donde cogimos previamente una vereda en ligero ascenso para encontrarnos con un cortafuegos, en esta ocasión cuesta arriba, con una pendiente muy exigente sobre todo en los últimos 20 metros que hasta el “maestro” tuvo que echar pie a tierra. Tras superar éste obstáculo alcanzamos la cota máxima de la ruta donde se puede observar el Valle del Padul, Silleta, Vega Granadina, Sierra Nevada, etc…
Tras unos minutos contemplando el horizonte iniciamos un descenso por el cortafuegos del Cerro Domingo donde hay que trazar con cuidado ya que solo hay una sola trayectoria ya que de no hacerlo la volteleta puede ser recordada…
Continuamos para entrar de lleno en la faena y como aperitivo el cortafuegos del Cerro de Montellano donde las palabras sobran y la valentía falta ya que bajar este tramo es para valientes y nosotros lo intentamos… Recordar que el desnivel es muy pronunciado y con el terreno suelto hace que el tramo sea para expertos.
Después del bajadón continuamos para coger el inicio de una vereda muy sinuosa y divertida por el barranco Cuesta Blanca hasta llegar a las inmediaciones del Cortijo de Bizcandia donde celebramos uno de los descensos más exigentes que hemos realizado en los últimos años.
¡Otra a la saca!.
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