De MTB SIERRA DEL CERRÓN-ARGUMOSA-VIRGEN DE LOS LABRADORES-FUENTE EL MOCHUELO 19-6-13 |
Tarde de sobresaltos, de pinchos hasta las trancas, de veredas de cuatro dedos, de continuas subidas y bajadas, de atajos por mitad del campo, de avería del cuadro carbono del “maestro”, de romería en la Virgen de Los Labradores, de relevos en grupo por la zona de asfalto, etc…sólo nos faltó una cerveza para salir por la puerta grande.
No sabíamos lo que nos esperaba pero con pundonor, sí que tuvimos, para afrontar un recorrido exigente y desconocido por nosotros en algunos tramos que nos hicieron darlo todo para completar una ruta propia de nuestro estilo aunque nos faltó alguna vereda que otra más.
La idea era llegar a la zona del Cortijo de Prado Montero (zona cercana al pantano de Quéntar) donde está la Virgen de los Labradores y la Fuente del Mochuelo sin pisar apenas asfalto y la verdad es que lo hemos conseguido pero para ello hemos tenido que salvar auténticas salvajadas como la vereda de los Muñoces donde nos hicieron estragos los pinchos hasta tal punto que tuvimos que detenernos para sacarlos y los rampas del Cerrón con porcentajes entre el 15% y el 23%.
La Sierra del Cerrón y Muñoces da mucho de sí para la btt ya que es una zona de desniveles importantes con numerosos barrancos que cruzar y en algunos tramos de alta dificultad técnica, de ahí que para afrontar la ruta se requiere un nível físico medio-alto para no aborrecer la bici…
Tras atravesar la Sierra nos encontramos con varios cruces de caminos que tomamos con pura intuición hasta llegar al barranco el Majano donde nos encontramos a unos operarios que estaban arreglando el camino y barranco a los cuales les preguntamos como llegar al Cortijo de Prado Montero y nos dijeron que el camino estaba cortado así que ni cortos ni perezosos tiramos por mitad del monte para llegar al Cortijo Argumosa y de ahí proseguir a nuestro destino final donde nos detuvimos unos minutos para reponer líquidos y fuerzas.
A partir de aquí nos quedaba bajar por un carril hasta llegar a la localidad de Quéntar y de ahí a toda “leche” hasta Cenes donde nos detuvimos en la tienda de bicis para dar nota de la fisura en el cuadro del “maestro” y finalizar una ruta que ni de lejos nos la esperábamos.
¡Otra a la saca!.
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