Después de unos días de agua, decidimos hacer una ruta fácil y sin barro, pues al final nos ha salido todo lo contrario una rutón difícil y con barro a rabiar!!!.
Iniciamos el recorrido con el amigo Norberto, Fernando, Javier y un servidor, desde Húetor Vega con algo de fresco para dirigirnos a la ruta del colesterol. Al empezar el camino Javier por evitar un charco saltó por los aires con la suerte que cayó de pie y la bici al revés, si si al revés, parecía que se había parado para arreglar un pinchazo, tío eres un acróbata...
Con un rasguño leve en la pierna proseguimos hasta llegar a Dúdar y "atacar" el Mortirolillo que se las trae y si no que canten las pulsaciones de cada uno, menos las de Fernando que tiene engañado al gps...jejejeje. La subida es dura sobre todo en unos 400 metros que la rampa se empina al 24-25%, menos mal que es corta porque sino más de uno hubiera abdicado.
Una vez salvada la primera "tachuela", nos diriginos por la Ruta de Alfanevada para desviarnos por un carril (primer error Isaííícas....) lleno de barro, hasta tal punto que la bici patinaba y a pie costaba trabajo moverla. Al llegar a la carretera cerca del Collado del Fraile tuvimos que improvisar un equipo de lavado natural (una vara). Parece que a Fernando se le da bien éste tema, dejó la bici como oro en paño...jejeje.
Al llegar al Collado del Fraile nos dirigimos al Cortijo de la Plata (segundo error Isaííícas...), no había barro eran tierras movedizas hasta tal punto que nos quedamos "clavaos" sin podernos mover. Algunos ya iban diciendo ¡se lo voy a decir a tu padre, eres un capullo, estás loco!. Norberto no te preocupes, ésto te servirá de entrenamiento para los 101 Kms. de Ronda, SUERTE Y AL TAJO...
A la altura de la Charca, el carril por fin tenía más drenaje e iniciamos un recorrido ya en condiciones, hasta el Barranco de la Plata para proseguir por el Agarradero y culminar en Puerto Blanco (zona con unas vistas impresionantes y entorno único).
A partir de aquí tocaba ya bajar después de casi 15 Kms. sin par de subir, en unos minutos llegamos al Área Recreativa de Aguas Blancas y sin descanso proseguimos ya en asfalto hasta el pantano de Quéntar.
Fernando se perdió, puso plato y en 200 metros le perdimos la vista, joer tío estás que te sales (comentó que adelantó y pasó por "encima" a un grupo de ciclistas de carretera).
Nos reagrupamos en el inicio de la ruta del colesterol para ir juntos charlando de nuestras cosas... y ¡OTRA A LA SACA!.
Nota:
Perdonad por lo del barro, yo no quería, pero que sepáis que éstas incidencias hace grande a éste "pezao" de deporte que compartimos. Sois la leche!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario