Con ganas de conocer por fin La Maroma decidimos ir con el amigo Rafael (joven que promete en éstos avatares deportivos y aún más como persona) cumplimos con la promesa de subir hasta éste pico (2.069 mts) desde el área recreativa El Robledal (1.080 mts.).
Salimos bien temprano a las 06:45 de la mañana donde la oscuridad dominaba hasta que poco a poco mientras iniciamos las primeras rampas empezaba amanecer con el sol saliendo por las cumbres de Sierra Nevada (vaya vistas que hay en todo el recorrido, dignas de disfrutar y guardar en nuestras retinas).
Decidimos tomarnos la subida con tranquilidad ya que Isaías estaba en plena recuperación de su tobillo, además disfrutar del entorno y de nuestros temas de conversación…
La subida no tiene descanso con un sendero muy bien marcado que recorre por la cara norte de La Maroma por un valle lleno de pinos, robledales, tejos, cedros, quejígos, encinas, etc…
Mención especial fue el paso del caballo digno de ver y quedarse un buen rato sentado para divisar lo impresionante que es la naturaleza, había enormes ejemplares de Tejos únicos en la zona cuya especie arbórea necesita sombra y humedad que da nombre a la Sierra y la identifica (Sierra de Tejeda).
Una vez pasado el collado nos dirigimos hacia la cumbre por el sendero que transcurre por la cara este en continua subida hasta alcanzar la cumbre. Las vistas impresionantes donde divisábamos los 360º como: Sierra Nevada, Sierra Lújar, Sierra Gádor, Sierra Arana, Sierra de Huetor, Parapanda, Sierra de Rute, Sierra Grazalema, , Sierra Mágina, Sierra de Cazorla, etc…
Era tiempo de reponer fuerzas con unos bocadillos de jamón con tomate que nos supo a gloria. El amigo Rafael y Javier se subieron al pico (hito de piedras con una altura de 5 metros), soys la leche… yo me conformé con subir y bajarme rápidamente porque mi tobillo no daba para más.
Después sólo nos quedaba bajar por el mismo trayecto de ascensión con ganas de llegar a un Mesón para hartarnos de comer en el restaurante Alcaicería (carretera A-335, Km. 85,5 en desvío con cañada real Vélez-Zafarraya para ir al área recreativa El Robledal)), la comida muy buena y a buen precio, recomendable.
Finalmente indicar que el día acompañó, la ruta insuperable y la compañía mejor.
